El sábado 8 de noviembre se desarrollaron en el Templo Masónico de Santa Cruz de Tenerife las solemnes Ceremonias de Coronación en el Grado 33º y de Iniciación en el Grado 6º, dentro de los actos finales del XIX Convento y Fiesta de la Orden del Supremo Consejo del Grado 33º del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para España, presididas por su Soberano Gran Comendador, Jesús Soriano Carrillo, 33º.
La jornada comenzó con una visita guiada por los principales enclaves masónicos y modernistas de la ciudad, abierta a acompañantes y delegaciones. Posteriormente, el Templo Masónico de la calle San Lucas, engalanado con los símbolos del Rito Escocés, acogió la Ceremonia de Coronación de nuevos Soberanos Grandes Inspectores Generales, acto de especial solemnidad en el que fueron elevados al más alto grado filosófico varios Hermanos en reconocimiento a su trayectoria, méritos y servicio a la Orden y a la sociedad.
El Soberano Gran Comendador, junto con los Dignatarios y Oficiales de la Gran Cámara de Ritos, realizó la Ceremonia de Coronación, subrayando el carácter moral, espiritual y universal del Grado 33º, que representa la culminación del camino de perfeccionamiento interior propuesto por el Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
Tras el acto, los participantes compartieron un almuerzo fraternal antes de regresar al templo para celebrar la Tenida Magna, en la que tuvo lugar la Ceremonia de iniciación en el Grado 6º. En ella, los nuevos Maestros recibieron la instrucción simbólica y ética correspondiente, centrada en la búsqueda del conocimiento, la virtud y la armonía entre razón y espíritu.
La jornada culminó con la Cena de Gala de clausura en el Real Casino de Tenerife, donde se entregó a la Dra. María José Turrión el XVIII Premio Internacional Alberto Martínez-Lacaci como reconocimiento a su trabajo, dedicación y acierto como Directora del Centro Documental de la Memoria Histórica (Salamanca, España), destacando su papel en los archivos de memoria y su relevante aportación en torno a la represión masónica del franquismo
El evento reforzó los lazos fraternales entre las distintas delegaciones participantes y consolidó a Santa Cruz de Tenerife como un referente de la Masonería filosófica en España y en el ámbito internacional.
