Málaga volvió a mirar de frente a su historia el pasado 11 de diciembre de 2025, en el homenaje celebrado en recuerdo del general José María Torrijos,Manuel Flórez Calderón, Robert Boyd y los 49 liberales fusilados en 1831 por defender las libertades constitucionales. El acto, organizado por el Ayuntamiento de Málaga junto a la Asociación Histórico-Cultural Torrijos 1831, reunió a representantes institucionales, asociaciones cívicas y ciudadanos comprometidos con la memoria democrática.

La jornada comenzó con una dramatización del fusilamiento en el Cementerio Inglés y una ofrenda floral ante la tumba de Robert Boyd, símbolo del compromiso internacional con la causa liberal española, donde se evocó su sacrificio y el de quienes compartieron destino junto a Torrijos. Los Caballeros de los Cuerpos Jurisdiccionados de Andalucía pusieron un ramo de flores y dijeron unas palabras en el nombre del SCG33:

“Ante esta tumba, donde descansa Robert Boyd, la historia nos recuerda que la libertad no es un regalo: es un compromiso. Boyd dejó atrás su país, su seguridad y su porvenir para unirse a la causa de Torrijos y de aquellos hombres que soñaron con una España más justa y más digna.

Hoy, en nombre del Supremo Consejo del Grado 33 y último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para España, honro su ejemplo. Su sacrificio no fue en vano: sigue iluminando nuestro deber de defender la razón, la tolerancia y los principios que elevan al ser humano.

Que la memoria de Boyd y de todos los que cayeron aquel día en Málaga nos inspire a perseverar en la senda de la libertad y la fraternidad. Porque su lucha terminó aquí… pero su legado continúa en cada uno de nosotros.”

Posteriormente, el homenaje se trasladó a la Plaza de la Merced, ante el monolito conmemorativo, escenario cargado de significado histórico y emocional. Las intervenciones Institucionales del alcalde de Málaga subrayaron la vigencia de los valores por los que aquellos hombres entregaron su vida: libertad, dignidad y justicia. Sin retórica innecesaria —la historia no la necesita—, el acto se desarrolló con sobriedad y respeto, recordando que la memoria no es un ejercicio nostálgico, sino una responsabilidad cívica.

Los Caballeros Samuel Prieto y Jesús Cuadros entregaron unas flores en el nombre de los Cuerpos Jurisdiccionados de Andalucía y del SCG33 ante el monolito erigido sobre la cripta donde yacen sus despojos materiales. Casi dos siglos después, sus hermanos volvimos para cumplir con ellos. Y, como suele ocurrir en estos casos, fueron los fusilados quienes tuvieron la última palabra…