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ZENIT Nº 46

PRIMAVERA 2017: Revista del Supremo Consejo del Grado 33 y último del R.•.E.•.A.•.A.•. para España

Slencio. Nos sugieren silencio cuando otorgan el grado de Compañero.
en una Logia Simbólica nos iniciamos Pero ¡cuidado!, he dicho que “sólo me
aprendices y nos reconocemos ignorantes reconocen mi capacidad para el estudio”, que
de los augustos misterios de la masonería. no mi capacidad consciente para la interven-
Y, en este grado del silencio absoluto, la pri- ción en el medio, para la interpretación racio-
mera enseñanza que interiorizamos es que nal de lo que acontece o ha acontecido, pues
la soberbia no es propia de masones, pues una divisa preside, por siempre, la prudencia
sabios o muy sabios de lo profano, debemos que se exige en el segundo grado, a saber,
reconocernos, no masones, sino aprendices, “que cada hombre es señor de lo calla y es-
de masón, pero aprendices al fin, pues sólo clavo de lo que dice”.
mis hermanos me pueden conferir mi status Así pues, en cuanto Aprendiz, silencio y
de masón. Es decir, y éste es el punto rele- reconocimiento de su ignorancia, y, en cuan-
vante del grado de aprendiz, son otros los que to Compañero, silencio y estudio, son los re-
me reconocen sabio o no, pero no sabio de quisitos que se le exigen a quien pretenda lla-
vastos conocimientos enciclopédicos o mun- marse masón, a quien pretenda el grado de
danos, sino sabio de mí mismo. Y sólo cuan- Maestro, aunque maestro de nadie más que
do los otros me perciben sabio porque me re- de sí mismo, porque ser propietarios del ter-
conozco ignorante de mí mismo, es cuando cer grado de la Masonería Simbólica nos con-
me reconocen mi capacidad de estudio y me fiere el poder y la capacidad de llamarnos,

40 Supremo Consejo del Grado 33 y Último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para España